
Todos debemos seguir un camino para lograr nuestros objetivos... seguimos caminos rectos y planos, algunos llenos de curvas peligrosas, y otros son como una montaña rusa: con subidas y bajadas...
Y durante ese largo caminar, hay momentos donde vamos acompañados, pero de igual manera hay un momento donde nuestro acompañante y nosotros tomamos caminos diferentes...
Pasa algun tiempo, dejan de verse.. pasan otoños, los arboles cambian de color, se renuevan dejando caer las hojas viejas para dar espacio a que nazcan las nuevas...
Un dia sin previo aviso, te das cuenta que tu camino se ha vuelto a unir al de aquel acompañante que tan importante fue en tu vida.
Y como si fueran dos mundos diferentes, volteas a ver a ese compañero a quien te has unido nuevamente aunque solo sea por unos cuantos pasos...
Al igual que los arboles, sientes que durante tu largo andar has cambiado, y te conviertes en una gama de colores viviente, y te das cuenta que dejaste caer hojas que ya cumplieron su ciclo para dar paso a las nuevas.. pero mientras avanzan, te das cuenta que a diferencia tuya, el sigue exactamente igual que cuando dejaste de verlo...
sin nuevos colores... cargando las mismas hojas viejas...
No comments:
Post a Comment